Heidelberg ha colaborado en el proyecto de innovación y aumento de capacidad productiva de Salinas
REDACCIÓN
Desde su fundación en 1995, Salinas Packaging Group ha tenido una excepcional evolución hasta situarse dentro de la primera línea europea en la producción de packaging de lujo para diversos sectores, como perfumería, cosmética, espirituosos, etc. Hoy en día cuenta con tres centros productivos: Alicante, Barcelona y Elda, centrados en la unidad de negocio para calzado y moda. Su secreto radica en un plan de empresa basado en los principios de cultura de esfuerzo, un plan de inversiones minuciosamente diseñado e innovación constante.
Salinas es consciente de que el cliente del siglo XXI y del sector del packaging premium exige a sus suministradores un compromiso global con el producto y el servicio, a la vez que un absoluto respeto con la sociedad y con el medioambiente. Así pues, bajo estas premisas, la compañía ha estado en constante modernización desde su origen.
Actualmente, su planta de artes gráficas está en proceso de crecimiento y remodelación. Un increíble proyecto de innovación y aumento de capacidad productiva que estará finalizado dentro de muy poco, y en el que Heidelberg ha colaborado de diferentes maneras.
Este proyecto se enmarca dentro del Horizonte 2024 de la compañía, que es el término que Antonio Martínez, fundador y CEO de la firma, utiliza para denominar sus planes estratégicos trienales, basados en la coordinación y motivación de los equipos hacia una visión íntegra de la compañía y un concepto muy claro de las demandas y necesidades de sus clientes.
Actualmente, la planta de artes gráficas de Salinas está en proceso de crecimiento y remodelación
“Cuando un proyecto como Salinas entra en una dinámica de crecimiento exponencial, los planes de inversión toman el concepto de cotidianos, y es en esas dinámicas donde no se puede bajar la guardia. Cada cambio, cada tecnología integrada, cada inversión debe estar perfectamente orquestada y en línea con la filosofía de la compañía; en este caso, enmarcada en la responsabilidad social corporativa y la sostenibilidad”, asegura su COO, Roberto López.
Speedmaster XL 106: una necesidad
A veces, el concepto ‘máquina’ va ligado intrínsicamente a aspectos aparentemente alejados como ‘la tecnología’. Así, cuando Salinas valoró la compra de la XL tuvo en cuenta no solo los factores productivos de Peak-Performance del equipo, sino también su eficiencia energética, su amigabilidad respecto a la experiencia de usuario y su sostenibilidad en cuanto a generación de residuos y ‘defectos 0’.
La Speedmaster XL 106-8 de Salinas fue diseñada en función de sus necesidades productivas. Un equipo como este atiende de forma pormenorizada a cada requisito de la compañía, convirtiéndose finalmente en un equipo único. La nueva generación XL dispone de un sistema integral denominado “Speedmaster Operating System” que aporta usabilidad, manejo táctil muy intuitivo y consigue tiempos de ocupación “0” para los operarios, tanto en preparaciones como en trabajos repetitivos. Automatismos como el cambio de planchas “AutoPlate XL 3”, un sistema de extracción de maculatura que evita inspecciones de calidad, mejoras notables del OEE y conceptos como la impresión autónoma desde el primer hasta el último pliego en orden, convierten a esta Speedmaster en el equipo más inteligente del mercado.
En la planta de Alicante los técnicos están en pleno proceso de instalación de este equipo. Los cuerpos se van ensamblando, metros de tubos y cables van tomando posiciones. El objetivo es disponer de un monstruo de la producción, pero, como desvela la directora de Marketing de la compañía, Carmen Yago: “Para construir sólidos puentes entre el cliente y la empresa no basta con tener músculo, es necesario transmitir la verdadera filosofía del proyecto”.
Respeto por el medioambiente
La Speedmaster XL 106 es un equipo que genera de forma natural un interesante catálogo de ahorros. Por ejemplo, con solo utilizar el modo standby durante una hora al día, Salinas ahorrará el consumo energético anual de un hogar típico, o emitirá 2.160 kg de dióxido de carbono menos. Los distintos accionamientos del equipo recuperan energía al frenar los motores, el resultado es que los convertidores aprovechan la electricidad generada para accionar otros elementos de la Speedmaster. Con solo 8 kwk consigue a máxima velocidad imprimir 1.000 pliegos y no es necesario parar la máquina para corregir el entintado o hacer otros ajustes.
La Speedmaster de Salinas está pensada para ahorrar recursos y tener un impacto mínimo en el medioambiente. Por ello, junto al resto de características eco-friends, la XL utiliza el agua como fórmula para enfriar los módulos periféricos, en vez de hacerlo con aire acondicionado. Nada está desarrollado porque sí, y todos los detalles de diseño y construcción de esta generación de Speedmaster tienen un objetivo: pensar en el futuro y la responsabilidad social.