Marcas como McDonald’s y Coca-Cola, símbolos del ‘American way of life’ cuya irrupción en Rusia supuso todo un hito, también huyen del país que preside Vladimir Putin
PABLO LÓPEZ
La irrupción de marcas como McDonald’s y Coca-Cola en el mercado ruso supuso todo un hito y ayudó a apuntalar la caída de la Unión Soviética y el surgimiento de un nuevo país. Ahora, la guerra en Ucrania, hace que esos dos grandes símbolos del capitalismo y del American way of life dejen de operar en el país, siguiendo a otras muchas firmas que, ya sea por sus principios o por una simple cuestión de imagen, han decidido hacer boicot al país que preside Vladimir Putin.
La repercusión simbólica que tiene la marcha de estas marcas puede calibrarse si se contemplan las largas colas que, durante la última jornada antes del cierre, se registraron a las puertas de los establecimientos de la cadena McDonald’s de toda Rusia. Miles de rusos esperaron para hacerse con su último menú de comida rápida de esta cadena y lo consumieron como si no hubiera un mañana. Unos sucesos un tanto sorprendentes pero probados con imágenes.
La decisión de McDonald’s implica el cierre temporal de los 850 establecimientos que la cadena tiene en Rusia, pero no así el despido de los 62.000 empleados que trabajaban en ellos que, según informó la propia multinacional, seguirán percibiendo sus salarios. En el comunicado en el que explica su salida de Rusia, McDonald’s apunta que no podía quedar impasible ante el “innecesario sufrimiento causado a Ucrania”.
Ni Coca-Cola ni Pepsi
Hubo un tiempo en el que se llegó a comparar la rivalidad entre Coca-Cola y Pepsi con la que mantenían durante la Guerra Fría Estados Unidos y Rusia pues, pese a que ambas marcas son americanas, fue Pepsi la primera que se introdujo en el mercado al otro lado del Telón de Acero. Ahora, durante un tiempo, los rusos no podrán disfrutar de ninguna de las dos refrescantes bebidas.
“Nuestros corazones están con la gente que está sufriendo los horribles efectos de estos trágicos acontecimientos en Ucrania”, expone Coca-Cola en su comunicado para anunciar la interrupción de sus operaciones en Rusia.
[adinserter block=“1”]Pepsi hizo referencia a la historia compartida de la marca con el que, a día de hoy, se ha convertido en el país más castigado y sancionado de todo el mundo. “Llevamos operando en Rusia más de 60 años y tenemos un lugar en muchos hogares rusos. Pepsi-Cola entró en el mercado en lo alto de la Guerra Fría y ayudó a crear un terreno común entre Estados Unidos y la Unión Soviética”, apuntó el consejero delegado de la compañía, Ramón Laguarta.
También los videojuegos
Una de las últimas compañías en sumarse al boicot internacional a Rusia es Sony que, entre otras acciones, dejará de vender todos los productos relacionados con la consola de videojuegos PlayStation, tanto en las tiendas como en la plataforma online de compras. La empresa japonesa, además, donará 2 millones de euros al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y a la ONG internacional Save the Children.
“Sony Interactive Entertainment se une a la comunidad mundial para pedir la paz en Ucrania. Hemos suspendido todos los envíos de software y hardware, el lanzamiento de Gran Turismo 7 y las operaciones de PlayStation Store en Rusia”, anuncia la compañía.