La sorprendente historia detrás del logo de Jurassic Park

Imagen: Adobe Stock

El icónico esqueleto de tiranosaurio de la saga Jurassic Park surgió porque el escritor Michael Crichton no quería que apareciesen “dinosaurios de carne y hueso” en la portada


CARLOS B. TORRADO


Ni el propio Michael Crichton se imaginaba el éxito que tendría la saga Jurassic Park cuando comenzó a escribir el primer libro de la saga a comienzos de los 90. Treinta años después de su salida al mercado, y con adaptación cinematográfica mediante, el logo del mítico parque jurásico de Isla Nublar sigue vigente hoy en día, como un icono inconfundible de la dinomanía y el cine de los 90.

Sin embargo, la creación de un logo tan emblemático fue un trabajo titánico para muchos diseñadores. El primero que sufrió para dar con la imagen perfecta fue el diseñador Chip Kidd, el encargado de crear la portada ideal para el libro de Crichton. El escritor estadounidense le puso las cosas difíciles a Kidd desde un principio, ya que no quería que en la portada apareciesen “dinosaurios de carne y hueso”.

La creación de una portada icónica

Crichton quería que Kidd crease una imagen que se quedara grabada en la retina del lector. De hecho, para especificar qué es lo que estaba buscando, Crichton puso de ejemplo el póster de Tiburón (1975), la película de Steven Spielberg. Con ese referente, el desafío al que se enfrentaba Kidd no era poca cosa.

El creador de Jurassic Park no quería que en la portada apareciesen “dinosaurios de carne y hueso”

Para conseguir esa imagen icónica (y respetando el deseo de Crichton de no mostrar dinosaurios como tal en la portada), Kidd optó con numerosas propuestas donde el dinosaurio era una idea clara pero sutil: huellas, humo, sombras, garras… Pero ninguna convencía al escritor. La presión que sentía Kidd era tal que confiesa que sufrió una breve pero demoledora “parálisis creativa”.

A la izquierda, Kidd posa con el boceto de la portada que le envió a Crichton. A la derecha, el resultado final. Imagen: chipkidd.com

Ante la incapacidad de generar nuevas ideas, Kidd visitó el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York con la idea de inspirarse al observar de cerca los restos de aquellas criaturas que le estaban quitando el sueño. En la tienda de regalos del museo, encontró un libro de dinosaurios donde había una ilustración de Tyrannosaurus rex que llamó mucho su atención.

Ni corto ni perezoso, Kidd decidió comprar libro y llevárselo a casa. Allí, fotocopió la ilustración y dibujó la silueta en negro del tiranosaurio sobre un fondo blanco. Bingo. La ilustración fue aceptada por Crichton y se convirtió en la portada de una de las mayores novelas de ciencia ficción de la historia moderna. Una novela cuyo potencial llamó rápidamente la atención de los estudios de cine de la época, ya que, paralelamente a la publicación del libro, Universal compró los derechos para su adaptación cinematográfica.

El salto del libro al cine

Ahora el desafío subía de nivel: el equipo artístico de la película tenía que crear un logo para promocionar la película y que además fuera diegético, es decir, que existiera dentro del universo de la película como un logo del ficticio parque jurásico del doctor Hammond. Esta ardua tarea estaba bajo las manos de grandes de la industria, como Tom Martin y Mike Salisbury (creador de los logos de Star Wars, Alien, Apocalypse Now…), pero las ideas no cuajaban.

Algunos de los bocetos descartados por el equipo de Salisbury durante el proceso de creación del logo de Jurassic Park

Se descartaron numerosos bocetos que resultaban demasiado complicados para reproducir en la película en coches, carteles, camisetas, señalética… Era un logo ficticio, pero tenía que funcionar igual de bien que uno ‘real’. La presión que sentía el equipo de la película era similar a la que sintió Kidd en su día con la portada del libro. En aquel momento, casi un centenar de empresas habían comprado los derechos para usar el logo de Jurassic Park (que ni siquiera se había creado) en juguetes, materiales promocionales, ropa…

Un día, un artista conceptual del equipo, Sandy Collora, decidió coger el tiranosaurio de la portada de Kidd como base para crear el logo. Lo “encerró” en un círculo y colocó el título debajo, en un rectángulo. La impresión fue tan buena que todo el equipo apostó por el logo y le añadieron un par de detalles (como la jungla de debajo del esqueleto) para crear la icónica imagen que todavía se mantiene hasta hoy.

El icónico logo de la película nació a partir de la portada de Chip Kidd

Para el título, el equipo creativo de Salisbury modificó la fuente Neuland, que creó Rudolf Koch en Alemania en 1923. La decisión por esta tipografía fue porque los creativos de la película consideraban que la fuente representaba muy acertadamente el estado ‘primitivo’, ‘tropical’ e ‘inseguro’ del parque jurásico.

La creación del cartel

Tras la creación del logo de Jurassic Park, el siguiente paso era elaborar un cartel promocional que también resultara efectivo para llamar la atención de los espectadores. En este sentido el equipo de Universal decidió colaborar con John Alvin, el artista detrás del icónico cartel de E.T., El Extraterrestre.

Algunos de los diseños descartados para crear el cartel de Jurassic Park. Imágenes: John Alvin

De nuevo, la idea principal era no mostrar claramente a los dinosaurios, ya que todo el departamento de marketing buscaba crear expectación para que el público se sorprendiera al ver las avanzadísimas técnicas de animación digital (en aquel momento) viendo la propia película.

Miradas reptilianas, mandíbulas amenazantes, sombras inquietantes, pisadas reveladoras… De nuevo, nada conseguía convencer al equipo. Incluso John Alvin intentó repetir su éxito con el cartel de E.T. con diseños muy similares. Sin embargo, Universal paró todos los procesos creativos para volver al logo de la película y utilizarlo como reclamo publicitario en el cartel. Si algo funciona ¿por qué cambiarlo?

El cartel de la película Jurassic Park optó por usar el logo del propio parque

El claim que acompañó al logo decía Una aventura que comenzó hace 65 millones de años (quien sabe si hacía referencia a los dinosaurios o al propio proceso de creación del logo). Lo que es innegable es que con el estreno en cines de Jurassic Park, se creó una imagen y una identidad que perdurará en la cultura popular durante muchos años (casi tantos como los propios dinosaurios).

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