Faxildo Galdo: “Vivimos en la era de la inmediatez”

Grupo 76

Faxildo Galdo
Pensador en Grupo 76

“La capacidad de emocionar es esencial para que un mensaje perdure”


MARCOS NEBREDA


¿Cómo ha sido tu experiencia tras casi 20 años al frente de Grupo 76 y cómo ha evolucionado? Resumir 20 años en un par de líneas es algo complicado. Ha sido frenético, apasionante, divertido, estresante, muy emocionante. Cuando abrimos la puerta por primera vez no éramos para nada conscientes de la locura en la que decidimos sumergirnos. Teníamos mucha ilusión, pero también mucha inconsciencia, pero trabajamos en un sector extraordinariamente dinámico y exigente donde es imposible aburrirse, aunque lógicamente también cansa. Vivimos en la era de la inmediatez, del dato por encima de la calidad del impacto y esta velocidad no siempre es amiga de la creatividad. Apasionante el tren de la revolución digital, pero creo que nos falta reflexión y pelear por no perder la capacidad de emocionar que para mí es esencial para que un mensaje perdure.

“Intentamos divertirnos y entretener; nuestro claim es de hace tiempo: ¡ríe y haz reír!”

¿Qué valores guían el Grupo y qué desafíos se presentan en el panorama publicitario actual? Intentamos divertirnos y entretener; nuestro claim es de hace tiempo “¡ríe y haz reír!”. Creemos en la comunicación en positivo y en el entretenimiento como herramienta para que las marcas lleguen a sus consumidores y les impacten. Para que el altísimo nivel de exigencia o la presión creativa no acaben contigo es importante rodearte de un buen ambiente y tratar de trasladarlo a tu relación con tus clientes y tus propuestas. El principal problema que veo actualmente es la inmediatez. Está claro que la revolución tecnológica nos ha traído cosas maravillosas, que la curva de aprendizaje se ha incrementado de una manera increíble y que el entorno en el que vivimos con tantísimos canales abiertos, creadores de contenido, creatividad a raudales es apasionante, pero nos ha traído una inmediatez y una ultraconexión que no son buenas amigas del proceso creativo ni del diálogo y hablando nos entendemos mucho mejor. Debemos seguir tocándonos, entre nosotros, a nuestros consumidores; mirándonos a la cara nos entenderemos mucho mejor, es necesario saber cómo huele tu interlocutor.

Grupo 76

¿En qué proyectos trabajáis actualmente? ¿Hay algún logro del que os sintáis especialmente orgullosos? Trabajamos mano a mano con Hijos de Rivera en varias áreas, todo el desarrollo de la divulgación de la Cultura de Cerveza nos ha ayudado a aprender, innovar, buscar continuamente nuevos formatos y sigue siendo un ejercicio creativo continuo con el reto de entretener formando. Además, trabajamos en el desarrollo de la estrategia de comunicación de sus cervezas sin alcohol. Podemos decir orgullosos que somos la agencia de Estrella Galicia 0,0, un proyecto apasionante que incluye no sólo la parte de producto y comunicación digital sino también toda la comunicación en torno al patrocinio, gran apuesta de la marca en los últimos años y en la que nos hemos sumergido con infinidad de acciones de gran impacto y de las que estamos muy orgullosos. Y en cuanto a destacar algo diferente, quizás lo hecho en estos dos últimos años con Demillo, una marca de huevos que nos ha permitido hacernos cargo de su comunicación e intentar sorprender en una categoría compleja dentro del gran consumo, con presupuestos más pequeños que resultan retos muy divertidos y en los que creo que hemos ido aportando soluciones muy interesantes como la campaña “Bótalle Ovos” que fue la primera vez que sacamos a la marca del lineal.

¿Qué es lo importante para Grupo 76 a la hora de ofrecer ideas y soluciones para los clientes? Lo más importante es comprender las necesidades de tu cliente y después de sus consumidores. Nos caracterizamos por integrarnos mucho en aquellas compañías con las que colaboramos; es la única manera de poder ofrecer soluciones útiles. Un diálogo continuo y la confianza como para intentar que se salgan de la caja y apuesten por soluciones diferentes. Pero más allá del ego creativo debe ser un trabajo de integración para que los resultados sean los mejores. Es una máxima básica, sorprender sí, pero no a cualquier precio. Ideas brillantes las tenemos en las barras de todos los bares, la aplicación correcta es fruto de mucho análisis y diálogo.

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