Elena Lucio
Directora de Marketing de Proimaxe
Proimaxe nació en un momento en el que ninguna agencia creativa ofrecía servicio de diseño y programación, y el tejido empresarial empezaba a necesitar su espacio en Internet. “Nacimos en el momento idóneo para cubrir esa demanda”, indica Elena Lucio.
¿Cómo ha sido tu trayectoria en el mundo del marketing y en Proimaxe? Apasionante. Estudié Publicidad y Relaciones Públicas y me especialicé en Dirección Comercial y Marketing. El mundo de las agencias de publicidad siempre me ha interesado, tuve la suerte de trabajar en varias a la par que cursaba mis estudios, y eso me permitió tener una visión muy clara de cómo quería enfocarme profesionalmente. Tras ese recorrido como creativa y consultora, en 2005 empecé la aventura empresarial de Proimaxe con mi socio, ambos con formación muy diferente: publicidad y marketing en mi caso, y física electrónica en el de Nacho. En ese momento ninguna agencia creativa ofrecía servicio de diseño y programación, y el tejido empresarial empezaba a necesitar su espacio en Internet, nacimos en el momento idóneo para cubrir esa demanda. Desde entonces, haber afianzado relaciones con mi equipo y con clientes que confían en Proimaxe desde el primer día han sido mis mayores satisfacciones. Ese es el camino que quiero seguir recorriendo con la convicción de que estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros en cada proyecto.
¿Cómo os enfrentáis a los retos y desarrollos de esa parte digital? Somos seres digitales, creo que no sobreviviríamos sin un dispositivo móvil, y eso hace que el desarrollo digital sea imparable. Nuestro equipo está formado por diseñadores y técnicos programadores capaces de llevar a cabo cualquier proyecto, desde una página web a un CRM. Escuchamos las necesidades de nuestros clientes y a partir de ahí le asesoramos para poder ofrecerle una solución fácil e intuitiva. La parte digital tiene mucho potencial, esta pandemia la ha acelerado, si antes era una tarea pendiente, actualmente ha pasado a ser prioritaria y vital para la supervivencia de muchas empresas. El reto es seguirle el ritmo y ser capaz de actualizar todos los conocimientos necesarios.
¿De qué manera ha afectado la pandemia a la empresa? En marzo nos vimos obligados a cerrar temporalmente las puertas de nuestras recién estrenadas oficinas. La clave para hacer frente a la pandemia, sin duda, fue la comunicación digital: empezar a sentir el calor virtual de las personas… largas charlas hablando de las emociones, de la dicotomía de restar o sumar… y quisimos SUMAR! Nos volcamos con todos: con nuestro equipo y el teletrabajo, con nuestros clientes dando soporte y apoyo de comunicación en todo lo que necesitaban, con nuestros hijos y sus tareas… Actualmente hemos normalizado la situación, parte del equipo estamos en oficina y parte sigue teletrabajando, todos con el mismo objetivo: dar lo mejor de nosotros a nuestros clientes. Afortunadamente, a punto de cerrar el año, nuestras previsiones de facturación se han mantenido, y la fuga de clientes fue menor de la esperada.
¿Qué retos de futuro os planteáis en este nuevo escenario y qué balance hacéis de 2020? De 2020 nos quedamos con muchos aprendizajes, con haber llegado a límites inimaginables, con la fuerza que hemos sacado para no defraudar a nadie, y que ningún sueño se rompiese. En 17 años de trayectoria ya hemos vivido un par de crisis importantes, pero seguimos a flote con la misma ilusión del comienzo y con la convicción de que algo estamos haciendo bien. El reto de futuro es mantenernos en la misma línea, queremos seguir aportando valor a nuestros clientes. Somos conscientes de que la mayoría de las empresas no están en su momento óptimo y hay que ser cautos y responsables en la toma de decisiones. Todo volverá a arrancar poco a poco como cualquier ciclo, creo que nos espera un futuro más favorable si somos capaces de mantener el equilibrio entre la responsabilidad y la ilusión.
¿De qué campañas se siente más orgullosa? De la gran mayoría. Todas y cada una tienen su parte de autenticidad, hay clientes que te dejan más independencia creativa que otros, pero en ambos, el cliente es una pieza clave. Lo mejor es el camino que recorremos juntos, escuchar sus inquietudes, sus objetivos… y empezar a trazar acciones que a veces revolucionan sus creencias. Me siento súper orgullosa cuando veo un packaging en un lineal de supermercado que hemos diseñado o cuando se viraliza una publicación que hemos diseñado para redes sociales…
¿Cómo valoras la función del Clúster? Lo valoro de forma muy positiva, siempre los he seguido y admirado. En Galicia tenemos mucho talento, y es necesario darle visibilidad para que entre todos seamos capaces de potenciar el valor que aporta todo nuestro sector al tejido empresarial, administraciones, etc. Todavía no hemos participado en ninguna candidatura de los Premios Paraguas, pero estoy segura de que tenemos trabajos en nuestro portfolio merecedores de alguno de ellos. En 2021 nos atreveremos, seguramente necesitemos un impulso del Clúster. 😉