La Asociación de Directivos de Comunicación radiografía la profesión en el “Estado de la Comunicación en España”
REDACCIÓN
El dircom importa. Empresas, organizaciones, instituciones y corporaciones valoran cada vez más el trabajo de sus responsables de comunicación, cuyo papel en las estructuras organizativas se ha fortalecido y consolidado con la pandemia. Al menos así lo perciben los propios dircoms, tal y como se desprende del estudio Estado de la Comunicación en España 21-22 elaborado por la Asociación de Directivos de Comunicación a raíz de 400 encuestas realizadas entre profesionales y responsables en este campo.
En su sexta edición (la anterior se realizó en 2017), el estudio vuelve a analizar la situación del sector. Así, disecciona una profesión que es mayoritariamente femenina (56,5% son mujeres), con estudios superiores (el 99% de los profesionales del sector tienen formación universitaria) y en la que cuatro de cada diez tienen entre 46 y 55 años.
Y en esta completa radiografía, la figura del dircom o director de comunicación sale fortalecida respecto a 2017: gana más peso en las estructuras directivas de las organizaciones para las que trabaja, aspecto a tener muy en cuenta porque hace tan sólo unas décadas la mayoría formaba parte del departamento de marketing.
El 54,8% de los profesionales encuestados aseguran que reportan directamente al CEO
Los profesionales “mejoran su posición, su autonomía y su valoración por parte de los CEO”, indica el estudio, que analiza aspectos como los siguientes: características sociodemográficas y entorno laboral, futuras tendencias de la comunicación, desempeño, funciones, recursos y presupuestos de los departamentos de comunicación e integración del dircom en las responsabilidades directivas.
Así, el 54,8% de las personas consultadas aseguran que reportan directamente al CEO o a la persona con mayor poder de decisión en el comité ejecutivo y más de un tercio (35,4%) afirma que el máximo responsable de comunicación es un miembro del comité ejecutivo.
Mayor estatus
Más datos: casi la mitad de los responsables encuestados se encuentran en la dirección de Comunicación (49,2%), por delante de los que están adscritos a la dirección general o corporativa (26,1%), mientras que tan sólo el 6,6% se sitúan en departamentos de Comunicación Corporativa, el 10,2% en Marketing (10,2%) y apenas un 2% en áreas de Relaciones Institucionales.
Y es que la consolidación de la dirección de Comunicación como un área de relevancia en las compañías, en el primer nivel ejecutivo, supone todo un espaldarazo para un sector que tiene importantes retos por delante para afrontar con éxito una realidad sometida a constantes cambios.
La comunicación online y social media, el big data y la RSC, entre los retos para los próximos tres años
En cuanto a los retos, el informe deja claro que la digitalización ya no puede ser una asignatura pendiente para un dircom: la comunicación online y social media será -a juicio de los afectados- su área de trabajo más importante de los próximos tres años, por encima de cometidos como, por ejemplo, la relación con los medios.
Para los profesionales, utilizar el big data y algoritmos de forma adecuada en sus estrategias, integrar o alinear los criterios ESG, RSC y/o la sostenibilidad en las áreas de comunicación y fortalecer el rol de la función de comunicación para apoyar la toma de decisiones de los altos directivos son, por este orden, son aspectos clave, factores estratégicos para desarrollar su trabajo en un futuro casi inmediato.
Salario medio
En cuanto a la situación económica, el Estado de la Comunicación en España 21-22 concluye que, si bien la autonomía y el status de los responsables de las áreas de Comunicación han ganado posiciones respecto al estudio realizado en 2017, no ha sucedido lo mismo en cuanto a los sueldos, que prácticamente son los mismos de hace cinco años.
“El 66,1% percibe un salario inferior a 60.000 euros anuales y el 22,4% cobra menos de 30.000 euros al año. Ambos valores se mantienen desde el año 2017”, reza el informe, que añade que el 11% tiene nóminas superiores a los 100.000 euros.
