Arte y diseño en un renovado Parador de Lerma

La nueva propuesta se basa en la convivencia de conceptos clásicos y contemporáneos


MARÍA EIMIL


Conceptos clásicos y contemporáneos conviven en el nuevo diseño y las obras de arte de un renovado Parador de Lerma, a punto de cumplir dos décadas de historia. Este palacio del siglo XVII que el duque mandó construir sobre un castillo medieval se encuentra en plena plaza Mayor de Lerma, una de las más grandes de España con casi 7.000 metros cuadrados, y acaba de incorporar nuevas obras de arte.

Según explica la jefa del departamento de Arte de Paradores, María Gimeno, el nuevo diseño expositivo “está marcado por el edificio, por su importancia histórica y arquitectónica, y por el promotor de la construcción, el duque de Lerma”. María Gimeno destaca que el punto de partida ha sido el papel que tuvo el duque, valido de Felipe III, como coleccionista de arte. “Tuvo una colección más amplia que la del propio monarca, con obras de El Greco, Tiziano, Fra Angelico o Rubens, que era su pintor predilecto”.

“El nuevo diseño está marcado por la importancia histórica del edificio”, explica la jefa de Arte de Paradores

Obras de artistas contemporáneos

Además de algunas de las piezas de la colección del Duque de Lerma, el Parador incorpora otras obras de artistas contemporáneos, como Rubén Rodrigo, Lino Lago y José Manuel Ballester que ahondan, a través de distintos lenguajes y técnicas, en reconocidas obras clásicas. De este modo, se han incorporado al Parador dos lienzos de medio formato de Rubén Rodrigo, Estudio para una crucifixión después del Greco I y II, basados en la obra El expolio del pintor renacentista; el cuadro Lugar para una Anunciación, de José Manuel Ballester, que reinterpreta la conocida obra de Fra Angelico, actualmente en el Museo del Prado; y la obra Fake Abstract, de Lino Lago, inspirada en el retrato ecuestre del duque realizado por Rubens.

Arte clásico en el Parador

Por otra parte, la propuesta de arte clásico incluye reproducciones de gran calidad de Salomé de Tiziano y Van Dyck y se completa con una representación de una gran talla de la Virgen en el Trono del siglo XIV, que ya se exhibía en el Parador burgalés, y un tapiz del siglo XVII de gran formato, de manufactura española en Flandes, que forma parte de una serie sobre la vida de Alejandro Magno que el rey Luis XIV encargó a Charles Le Brun.

Un renovado diseño de interiores

Además, la nueva imagen del Parador de Lerma se completa con un proyecto de redecoración del Patio de Bolaños, el corazón del Parador y que visitan tanto los clientes alojados como los visitantes que se acercan hasta el Parador. Con la redecoración de este espacio se ha buscado dar más calidez y dinamismo, de modo que se han restaurado las alfombras de la Real Fábrica de Tapices que se adquirieron cuando el Parador se puso en marcha en 2003 y se han utilizado como inspiración del proyecto, para darle un aire más actual.

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